Las prendas que compongan el armario de temporada de los niños deben favorecer el confort y la libertad de movimientos, haciendo que vestirse sea, de algún modo, parte del juego de su día a día.
Las diferentes corrientes pictóricas de los artistas que inspiran la colección enriquecen el colorido de esta temporada. La paleta cromática alberga matices neutros y suaves que ponen en relieve la luz de los diseños, pero también tonalidades más vibrantes que impactan por su energía y sofisticación, como rosa chicle, amarillo, fucsia, rojo, turquesa y verde menta.
De igual forma destacan prendas cómodas y favorecedoras que triunfan temporada tras temporada en las colecciones infantiles, como los vestidos boho, que en esta ocasión aparecen con motivos naturales y tejidos que reivindican el valor de la artesanía.
En cuanto a los estampados, que lleva apuntando fuerte varias temporadas y, esta primavera, explora su máxima expresión, en combinaciones como el blanco y negro o el azul marino. En el otro extremo, las técnicas de lavado como el deep-dye, tie-dye y los degradados de color aportan personalidad y frescura a las prendas más originales.
¿Qué te parecen las tendencias de la moda infantil para este año que comienza?
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